La escasez mundial de chips continúa y se siente en casi todos los segmentos de la electrónica de consumo, desde las consolas de juegos (consulte Steam Deck, PlayStation 5), teléfonos inteligentes, automóviles, donde faltan puertos USB e incluso pantallas. Intel es muy consciente de esto como uno de los principales fabricantes de chipsets en el mercado, pero no comenzará a producir sus chipsets en fábricas chinas ya que el gobierno de EE. UU. No apoya esta solución por razones de seguridad.
Intel no comenzará a producir chips en las fábricas chinas
Todo parece indicar que el gigante tecnológico de Santa Clara es muy dependiente del gobierno estadounidense, lo que por supuesto no debería ser una sorpresa: el fabricante recibe enormes fondos del gobierno. Inicialmente, la empresa consideró expandir la producción de microchips en otros países, principalmente en China, pero, como saben, Estados Unidos y China no tienen las mejores relaciones.
Procesadores Intel Alder Lake (fuente: Videocardz)
El mejor ejemplo de esto son las restricciones impuestas a las empresas chinas, que son particularmente duras para Huawei (aunque Huawei ha encontrado una forma inesperada de salvar su negocio de teléfonos inteligentes). Además, el actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, firmó recientemente una legislación que bloquea la capacidad de Huawei y ZTE de obtener licencias de la Comisión Federal de Comunicaciones y prohibió las inversiones estadounidenses en empresas chinas individuales.
Intel inicialmente planeó expandir la producción de sus chips en la planta china en Chendg, que debía comenzar a fines de 2022. Sin embargo, resulta que la influencia del gobierno de EE. UU. Es demasiado grande, lo que obligó al fabricante a cambiar de opinión. Intel anunció que actualmente no planea producir chips en China y considerará otras soluciones.
Lo más probable es que la empresa traslade parte de su producción a fábricas estadounidenses o europeas, lo que requerirá inversiones adicionales. La construcción de una fábrica de microchips implica la necesidad de incurrir en costos enormes e inimaginables para el consumidor promedio de pan, que serán cubiertos en parte por Intel. La fabricación de semiconductores por una planta de terceros sería mucho más rentable para un gigante tecnológico de Santa Clara.