Un ciudadano británico de 62 años fue arrestado en Benidorm, España, sospechoso de recibir más de 5 500 pagos por suscripciones pirateadas de IPTV, por un total de alrededor de £185.000. La investigación policial comenzó después de que una emisora presentara una denuncia contra cuentas de redes sociales que promocionaban paquetes ilegales con contenido deportivo exclusivo.
La estafa IPTV gana popularidad entre los expatriados británicos
La policía descubrió que el sospechoso, con sede en el Reino Unido, se dirigía principalmente a angloparlantes en España y ofrecía canales británicos, irlandeses y escoceses. Los anuncios encontrados indicaban que el hombre llevaba diez años suministrando IPTV a bares y restaurantes de Benidorm, con soporte continuo. Los paquetes variaban entre 7 y £50, dependiendo del contenido y la duración de la suscripción, e incluía el acceso a 594 canales, muchos de los cuales eran propiedad de la emisora que presentó la denuncia inicial.
Las investigaciones policiales revelaron que los pagos estaban destinados a una cuenta bancaria del Reino Unido. El sospechoso disponía de su propio servidor de Internet para ofrecer los servicios y realizaba frecuentes viajes entre Reino Unido y Alicante. Durante un registro en el domicilio del hombre en Benidorm, la policía encontró dispositivos IPTV, un teléfono móvil y un ordenador portátil con una aplicación abierta que permitía al hombre controlar los servicios IPTV que ofrecía.
Acción policial: acusaciones de infracción de propiedad intelectual
La policía española acusó al británico de delitos relacionados con la propiedad intelectual, en concreto infracciones de mercado y consumo. Este caso sigue precedentes anteriores en Alicante y Valencia, donde los tribunales dictaminaron casos similares no como delitos contra la propiedad intelectual, sino como infracciones menores del mercado y del consumidor.