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Google admite que se equivocó: pagará más de 200 millones de euros en multas

Google ha ocupado su lugar de forma permanente en nuestra rutina diaria. Muchos de nosotros no podemos imaginarnos sin usar muchos de los excelentes productos de la compañía. Desafortunadamente, este giro de los acontecimientos significó que los estadounidenses se convirtieran en monopolistas en muchos mercados. En Francia, ha finalizado la investigación de la Autoridad de Competencia, que está analizando las gestiones realizadas en el mercado local por el gigante de Mountain View. Parece que hay un gran avance. Si bien el pago de la multa por parte de Google no es nuevo, la compañía acordó revisar y rediseñar su plataforma publicitaria por primera vez.

Google aprovechó su posición

La Autoridad de Competencia francesa anunció que multará a Google con 220 millones de euros. El motivo de esta decisión es favorecer sus propios servicios en el sector de la publicidad en Internet. Fue posible gracias a la posición de monopolio en este campo.

Los estadounidenses aceptaron la sentencia y se comprometieron a pagar la multa económica. Pero, este no es el final. La empresa se comprometió, como sugirieron los franceses, a cambiar el funcionamiento de sus servicios de publicidad y la plataforma de ventas de Ad Exchange.

Google fue castigado después de probar que se abusó de la empresa debido a su posición dominante en el mercado. Se señaló que los estadounidenses se daban a sí mismos un trato preferencial a sus anuncios y sus propias tecnologías ofrecidas bajo el banner de Google Ad Manager. Sin duda, hacerlo fue perjudicial para la competencia y otras editoriales.

Para comprender esto, serán útiles algunas palabras de explicación sobre el tema del mencionado Ad Exchange. En resumen, es un mecanismo de licitación de espacios publicitarios en tiempo real. Los vendedores determinan el tipo de anuncios que aceptan y el precio por asiento. Por lo tanto, es una especie de mercado en línea donde el espacio publicitario es la mercancía.

Desde el punto de vista de este caso, es importante que a cambio de la gestión automática de ofertas -como es el caso de Google Ad Manager- se cobre una pequeña comisión. Aprovechando su posición de monopolio, Google pudo dirigir el mercado publicitario en Francia y ganar dinero con él al mismo tiempo.

Google no cuestionó estos hechos y decidió presentar una propuesta de acuerdo a la que estuvo de acuerdo el regulador francés. El gigante se ha comprometido a mejorar la interoperabilidad de los servicios publicitarios de Google y los servidores publicitarios de terceros. Al mismo tiempo, se introducirán las soluciones adecuadas para la plataforma de venta de espacios publicitarios gestionada por los estadounidenses.

Sin duda, esta es una situación sin precedentes: es la primera vez que Google se ha visto obligado a cambiar su comportamiento. Sin duda será útil en otros casos similares. Isabelle de Silva, presidenta de la Autoridad de Competencia, dice:

La decisión de sancionar a Google es de particular importancia, ya que es la primera decisión del mundo en observar los complejos procesos algorítmicos de subasta mediante los cuales funciona la publicidad en línea.

Ser monopolio no es nada fácil

Parecería que convertirse en monopolista es lo mejor que le puede pasar a una empresa; después de todo, significa que el mercado ha sido dominado. A veces, sin embargo, no es bueno para los negocios. La falta de competencia es una alta probabilidad de dormirse en los laureles.

Además, los reguladores no suelen agradecer este estado. Por lo tanto, las empresas descubren de manera creativa cómo no revelar su posición y atraer la atención de las autoridades de competencia. Luego hay una especie de juego de apariencias: la verdadera imagen del dominador se oculta bajo el manto de la responsabilidad, la honestidad y la competencia efectiva y sin interrupciones.

Es difícil ubicar a los consumidores en toda esta situación. Por un lado, solemos utilizar la posición de monopolio de la empresa. Por otro lado, sucede que las prácticas no del todo leales de la empresa repercuten negativamente en los clientes.

Desafortunadamente, no podemos hacer mucho al respecto. Por lo tanto, solo podemos acostumbrarnos a este estado de cosas. No parece que la lucha contra los monopolistas suponga una revolución en ningún mercado.